lunes, 9 de marzo de 2009

Las esponjas aunque no lo parezca son animales


Estos curiosos seres, aunque a mucho gente les parece más bien plantas sumergidas, pertenecen a uno de grupos más primitivos de los animales, estos son los Poríferos. Se presentan de una forma muy curiosa formada por una masa de tejidos de dimensiones variables, son frecuentes los que no tienen simetría regular y a veces ramificadas. Carecen de órganos definidos y su nivel de organización se limita al de las células dispersas que poseen.Estructura de una esponja: su masa corporal consiste en un tejido gelatinoso, llamado mesoglea, y un conjunto de células que revisten la superficie externa, a modo de piel, aunque de estructura mucho más sencilla que la de los animales superiores. Dentro de la mesoglea se encuentran dispersas diversas células y unas estructuras de sujeción, que pueden ser espículas (con forma de aguja) o también fibras de una sustancia parecida al colágeno, llamada espongina. Las espículas son de distintas sustancias (calizas, silíceas) y presentan formas muy diferentes (rectas, con espinas, bifurcadas, etc.), siendo esos dos las características muy importantes para la clasificación de estos animales.Las células que se encuentran en su interior de la mesoglea llevan a cabo diferentes funciones; como engullir las partículas alimentarias (se denominan entonces fagocitos), producir las espículas o las fibras de espongina que forman la estructura interna de sostén (se denominan miocitos) o multiplicar al animal (son los gonocitos). Así la esponja posee algunas de las células de las células características de los animales, aunque no aparecen reunidas formando tejidos, de ahí que se les sitúe en los niveles inferiores de organización. No tienen células nerviosas y de todo tipo de estructura sensorial, aunque puede contraerse de una manera más o menos coordinada. Por esta razón, entre otras, se incluye a las esponjas dentro de un grupo (un fílum) propio, los Poríferos, distinto al de los restantes animales.En un corte transversal de una esponja se aprecia que su estructura interior consta de una cavidad central rodeada de la mesoglea y que se abre por una abertura superior, aunque no cabe hablar de boca pues realiza diversas funciones y no conduce a un aparato digestivo, por lo que recibe el nombre de ósculo.

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